Muchas veces sostuve en varias charlas con amigos que en este país con una sociedad tan ignorante como esta en la que estamos insertos, no sería descabellado pensar en que puedan volver a dar un golpe los militares, o gobernar nuevamente gobiernos de derecha neo liberales, debido no solo a la falta de memoria, sino también a una tendencia a ¨idolatrar¨ y por ende a compararse continuamente con los países del primer mundo.
Una sociedad que repite epítetos tal cual los escucha de la televisión, y sin capacidad de procesar ningún mensaje debido a la falta de formación, muchas veces por desidia, pero también producto de marcadas políticas tendientes a profundizar la falta de cultura a fomentar el conformismo y la tendencia al ¨para que preocuparse por las cosas si los políticos son todos iguales¨.
Esta película de origen alemán, basada en una historia real, contada en la actualidad, muestra como una sociedad completamente madura en teoría, castigada y marcada a fuego por el nazismo , por las guerras y demás penurias, subestiman la idea de caer algún día en manos de un gobierno autoritario nuevamente. Se rien de la posibilidad siquiera de que su sociedad actual adopte las formas de comportamiento habituales durante el Tercer Reich, creen que la figura de Hitler está muerta y enterrada, y hasta se mofan de él.
Sin embargo un experimento sociológico fuera de control por parte de un profesor en un colegio, muestra como esta supuesta sociedad tan madura, que enterró el pasado y que esta sumamente dispuesta a no cometer los mismos errores, vuelve a mostrar patrones similares a los que mostró la Alemania Nazi del siglo pasado y que trajo a colación la peor catástrofe presenciada por la humanidad.
En conclusión, recomiendo esta película, porque esta basada en un hecho real que ocurrió hace unos pocos años en Alemania, para que abran los ojos los que piensan que las cosas aberrantes que pasaron en nuestro país, no van a volver a pasar y que somos lo suficientemente inteligentes para distinguir el bien del mal. Gravisimo error.
En fin esta película tal vez le sirva un poquito a nuestra ¨clase media¨, para entender que hay que dejar de venerar todo lo que hacen las personas en los países del primer mundo, y darse cuenta que idiotas hay en todos lados.
"Confieso que tengo una ambición, una sola y gran ambición personal: quisiera que el nombre de Evita figurase alguna vez en la historia de mi patria. Y me sentiría debidamente, sobradamente compensada si la nota terminase de esta manera: De aquella mujer sólo sabemos que el pueblo la llamaba, cariñosamente, Evita". 
